El Banco Mundial (BM) estima que los flujos registrados hacia el 2010 en los países en desarrollo lleguen a US$325.000 millones, lo que representaría un crecimiento del 6 por ciento, lo cual indica una recuperación saludable con respecto a la disminución de 5.5 por ciento en el año anterior.
Ambiente de incertidumbre
Pese a las proyecciones positivas para el cierre del año, la recuperación económica en los principales países de destino de América del Norte y Europa aun no se encuentra muy estable del todo. El ajuste fiscal en proyecto o ejecución en algunos de los principales países de destino pueda frenar la demanda agregada y el crecimiento económico, lo que a su vez provocaría mas y por consecuencia, se reducirían los ingresos y las remesas de los migrantes.
Otro factor de suma importancia son los tipos de cambios, lo cual afecta los precios de los productos básicos y pueden suponer riesgos imprevisibles para los flujos de remesas.
Sin embargo la debilidad que afronta el dólar estadounidense se puede traducir en mayores remesas en dólares desde Europa y a su vez, puede aumentar los precios en dólares de los activos y bienes en los países receptores de remesas (como India, México y Filipinas).
Ante la problemática económica, lo mas seguro es que se profundicen los controles de inmigración en respuesta a las altas tasas de desempleo, lo cual nos perjudica a sobremanera teniendo un efecto negativo en la migración y los flujos de remesas.
Protección a los migrantes
A pesar de las restricciones, los países remesadores reconocen la importancia de tener a su disposición, migrantes de otros países. Muestra de ello son la aplicación de las reformas de Wall Street y de la Directiva de Servicios de Pago de la Unión Europea. Las reformas tienen como objetivo aumentarla competencia, la transparencia y la protección del consumidor en los mercados de remesas así como reducir los costos de las mismas.
Otra de las herramientas para el envío de remesas es la aplicación de la tecnología de teléfonos móviles, el cual ya tuvo bastante éxito en varios países en desarrollo de África y Asia. Lamentablemente, para el caso mexicano, la falta de claridad en las normas contra el lavado de activos y el financiamiento del terrorismo sigue siendo un importante obstáculo para el ingreso de los proveedores transfronterizos de servicios de remesas.
En cuanto a servicios de banca móvil para envío de remesas en México, aún no se ha definido si estas deben ser reguladas por normas bancarias o de telecomunicaciones y cómo abordar los riesgos operativos que puedan surgir.
